Como de sobra es conocido la pólvora siempre ha ido ligada al mundo de nuestra fiesta y por tanto también en nuestra Falla. Los primeros espectáculos pirotécnicos se remontan a los años 50 en los que se disparaban tracas corridas por las calles de nuestra demarcación durante los días de fallas por parte de los falleros de nuestra comisión.
En la década de los sesenta, durante los primeros años, se incorpora la variante de realizar pequeñas mascletás manuales a base de mascléts y truenos de aviso todo ello disparado por nuestros falleros. A partir de 1963 ya tienen lugar las primeras “Mascletás” oficiales disparadas por Pirotecnia Alfredo Roca de Moncada.
El auge de la pólvora en nuestra fiesta viene de la mano de Antonio Caballer de Moncada que a partir de 1966 empieza a disparar en nuestra demarcación durante mas de 20 años en diferentes etapas consiguiendo un gran reconocimiento a su labor por parte del mundo fallero.
La ubicación de estas mascletás casi siempre ha sido la Avenida Malvarrosa en varias zonas a lo largo de los años, aunque finalmente por motivos de la peligrosidad y daños materiales ocasionados, conllevo trasladarse a la zona del paseo marítimo frente al Restaurante La Carmela y también en la travesía Fuente Encarroz.
Es en esta época también cuando tiene más popularidad las famosas “despertás” por las calles de nuestra extensa demarcación que acompañados de nuestras bandas de música provocaban animar las mañanas al barrio.
Se disparaban miles de bombetas o trons de bac, así como masclets los más mayores y las falleras mayores de cada año invitaban a desayunar enfrente de sus casas en la calle a todos los participantes con una buena “Xocolata i bunyols” u otros dulces.
Durante los años 1985 a 1993 es la empresa Pirotecnia Zarzoso de altura la encargada de realizar las mascletás en los días de fallas,obteniendo buenas criticas debido a su peculiar forma de disparar donde prevalece la sonoridad y el estruendo en los terremotos finales.
Otra de las curiosidades de esta época era el almacenamiento de las bombetas y masclets, que tenia lugar en el mismo casal arriba de la puerta de entrada, así como encima de los cuartos de baño en un altillo preparado a tal efecto. También se guardaban en casa del Churro y del Flare ubicadas en la actual Plaza Robillard emplazamiento actual de nuestros monumentos.
Lógicamente con el paso de los años y las medidas de seguridad ha hecho inviable esta forma de almacenaje.
A mediados de los años 90, también se realizan castillos piromusicales y acuáticos en nuestra playa de la Malvarrosa, espectáculos que concentraron miles de personas durante esos años en los que se celebraron.
Empresas como Pirotecnia Arnal, Pirotecnia Turis y de nuevo Caballer entran en escena durante los años del 1996 a la actualidad, y se incorporan lógicamente medios electrónicos para disparar las mascletás así como las cremas de las fallas que cogen auge a partir de esos años.
En la última década se tienen bastantes problemas para poder lograr permisos para disparar mascletás debido a las normas de seguridad que no nos permiten mantener distancias a los edificios, con lo cual esta actividad ha quedado relegada simplemente a pequeños castillos antes de las “cremas” de los monumentos tanto infantil como mayor.
También las “despertas” han acabado por desaparecer, debido a las estrictas normas de seguridad exigidas y también al cambio de costumbres de la gente joven al respecto.